Las lesiones deportivas forman parte de la vida de los amantes del entrenamiento y la actividad física, pero eres consciente de que una mala práctica puede traer sus consecuencias. Muchas personas tienen un estilo de vida en el que la actividad deportiva es sumamente importante. Bien sea por diversión, salud o por trabajo, nunca está de más aprender la manera de evitar lesionarse. A continuación, te mostramos las lesiones deportivas más comunes, así como la forma de evitarlas.
Por qué nos lesionamos
Todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos lesionado. Este riesgo se multiplica por dos si la persona practica deporte habitualmente. Tanto el exceso como la carencia de actividad pueden ser la consecuencia de una lesión. Pero, ¿por qué nos lesionamos?
A veces, los deportistas como tú pueden sufrir pequeños accidentes o impactos que derivan en un traumatismo. Lo que está claro es que las conocidas como lesiones comunes (agudas o crónicas) suelen ser consecuencia de:
Falta de calentamiento previo antes del entrenamiento.
– Práctica incorrecta de determinadas posturas o movimientos.
– Ejercicios demasiado intensos para tu capacidad física.
– Estrés muscular debido a ejercicios de baja intensidad, pero muy repetitivos.
– Entrenamientos usando un peso que no es el adecuado para tu condición física.
– Acumulación de un exceso de horas de entrenamiento.
– Malas condiciones del entorno para entrenar. En nuestros centros deportivos encontrarás las mejores instalaciones para tu rutina deportiva.
Estos pequeños errores que, a menudo, no se tienen en cuenta son las causas principales por las cuales nos lesionamos. Finalmente, la mala suerte también puede rondar sobre un día de entrenamiento. Al fin y al cabo, lo que queremos es que saques el máximo partido al deporte que practicas sin hacerte daño.
Lesiones deportivas más comunes
El camino hacia una mejor salud deportiva pasa por el conocimiento de las lesiones deportivas más comunes. Para que el deporte no se convierta en un problema, pasamos a recordarte cuáles son las complicaciones más habituales derivadas de una práctica deportiva inadecuada:
Esguinces y distensiones: son lesiones que pueden suceder practicando cualquier clase de deporte. Las más frecuentes son el esguince de tobillo y rodilla, así como la distensión de muñeca y pie.
Tendinitis: la inflamación en los tendones es otra de las lesiones deportivas más habituales entre los deportistas. El exceso de esfuerzo, un golpe desafortunado o lesiones recurrentes, son las principales causas de esta complicación física.
Calambres: esto se traduce en un dolor agudo por lo general en la zona de los gemelos, en el pie, el tobillo, la parte delantera inferior de la pierna, etc. Esta lesión pasajera es bastante común entre las personas que practican deportes como el running o la natación.
Dislocaciones: cuando el hueso se sale de una articulación estamos hablando de dislocación. Los deportes en los que hay más riesgo de sufrir caídas son en los que más luxaciones o dislocaciones suceden. Codos, dedos, muñecas, hombros y cadera son los huesos con más facilidad para salirse fuera de su sitio de alineamiento óseo.
Desgarros musculares: si en un esguince lo que se daña es el ligamento, en un desgarro la lesión se produce en un músculo. Los ejercicios demasiado repetitivos sobre extienden los músculos haciendo que puedan llegar a desgarrarse. Esta lesión se produce también con los cambios bruscos de dirección o durante la práctica deportiva en un ambiente muy frío.
Consejos para evitar lesiones
Muchas lesiones nos avisan antes de que se produzcan. No estamos hablando de una rotura o luxación que suceden en un instante. Nos referimos a aquellas lesiones deportivas que podemos evitar si aprendiéramos a escuchar a nuestro cuerpo. El dolor es el primer aviso antes de una lesión. Si te sientes dolorido, lo más aconsejable es que ese día no entrenes porque tú cuerpo te está pidiendo un descanso. Si al cabo de un par de días las molestias continúan, consulta con tu médico especialista. Siempre vale más prevenir que curar.
Las lesiones deportivas se previenen por medio de una buena nutrición, así como de un buen programa de pre y post calentamiento. Durante el ejercicio lo adecuado es pararse a descansar 5 minutos por cada 20 de actividad. Finalmente, no olvides de hidratar tu cuerpo a lo largo de todo el día. Tus músculos no solo necesitan de proteínas y energía, además funcionan mejor cuanto más hidratados estén. ¡Por una temporada sin lesiones!